No hay nada que me emocione tanto como la naturaleza. Los paseos campestres son la savia de mi trabajo.
Agua, oxigeno, luz, color…
Recorridos de campo y recorridos de seda.
La belleza natural.
Entra la primavera suavemente desde el exterior y An Zá-gue cruza el puente por la mesa de mi estudio.
Sedas pintadas, óleos de agua. Estoy en mi mundo.