Showroom

Cuando entro en mi showroom tengo la certeza de que estoy en mi lugar. Es mi extensión y también la de mi trabajo. Es un espacio amable, acogedor y seductor. Cuando me visitan siempre cautiva. Dicen los entendidos que es realmente fotogénico y eso es porque tiene ese claro sello de natural elegancia de los edificios nobles.

La arquitectura de época lleva impresa en la piel de sus paredes una memoria urbana cargada de aconteceres y significados. Situado en la zona comercial de Zamora, es de esos pocos edificios de principios del siglo pasado que se resistieron al cambio del nuevo mundo. Hoy nos demuestra que sigue vivo y que sigue contando historias, historias que en este caso son las de mi propia firma.

Todos mis pañuelos, pinturas, fotografías y proyectos encajan en él como si hubieran coexistido siempre y es que cuando uno encuentra su lugar todo fluye solo.

Amplía cada uno de los detalles del showroom